Tradición, expertise y vanguardia en el centro de estética Ascen Lisón de Pamplona

Dice nuestra invitada al blog que «desde pequeña ya apuntaba maneras, poniendo guapas a todas las compañeras del colegio» y es que para Ascen Lisón la belleza ha sido, es y será siempre su pasión. «Esta profesión hay que sentirla, si no, no puedes transmitir esa belleza real que buscamos», afirma.

La historia de Ascen Lisón como profesional de la estética comienza en el año 1986 en Navarra. Una historia cargada de ilusión y de responsabilidad a partes iguales. Un centro de belleza con mucha solera, actualmente en Pamplona, que ha tenido que lidiar con diferentes retos a lo largo de sus 37 años de existencia. Tal vez, el cambio más importante a afrontar con éxito ha sido la irrupción de las nuevas tecnologías, la progresiva digitalización del sector.

Cuenta Ascen Lisón que «en aquella época nuestra mejor publicidad era un trabajo muy bien hecho y el buen trato hacia la clienta. El boca a boca siempre es un buen aliado si cumples con estas dos premisas. Sigo pensando que hoy en día es algo fundamental. Ese boca a boca de las clientas es lo que te permite ir creciendo profesionalmente. Reconozco que las nuevas tecnologías, las Redes Sociales, web, etc. son herramientas muy buenas con las que puedes llegar a muchas clientas potenciales, pero si el trabajo y el trato no están garantizados, no te van a servir de mucho. El boca a boca sigue siendo físico, pero también tiene su lado digital, por ejemplo, con las reseñas de Google o de Redes Sociales como Facebook. Yo soy de adaptarme a los cambios y de verlos como una oportunidad, aunque cuesten, y en ello estamos».

Nuestra protagonista en el blog de Olasa Taldea es muy de tradición, de la escuela antigua, aunque al mismo tiempo cree que no hay que acomodarse, que hay que evolucionar, y que en la vida hay que estar en constante cambio, tanto en lo personal como en lo profesional.

Por eso para Ascen Lisón es tan importante la formación continua, y por eso su seña de identidad pasa por ese equilibrio perfecto entre tradición, expertise de la profesional e innovación. Esa vanguardia de la que hablamos se basa en el aprendizaje de nuevos tratamientos, formulaciones, aparatología y demás herramientas que sirven para ofrecer siempre lo último en belleza.

«Cada día es un reto, pero está bien» dice Ascen, «siempre estoy despierta en este sentido porque, además, las personas son cada vez más exigentes y están cada vez más informadas, saben lo que quieren y exigen una calidad, y eso está bien. La gente exige calidad en tu profesionalidad, en tus manos, pero también en el producto con el que se trabaja».

Y en este punto es cuando toca hablar de la relación de años que le une a la firma Natura Bissé que Olasa Taldea distribuye en exclusiva también en Navarra. Cuenta Ascen que al comienzo le enamoró la forma de trabajar de su equipo comercial. Su trato, su cercanía, amabilidad…se sintió muy identificada con el trato que ellas también dispensaban a sus clientas. «Y luego los productos son maravillosos. Te prometo que, si lo que quieres es calidad en tu centro, no puedes decir que no a Natura Bissé. Entré de lleno en su universo, de hecho, solo trabajo con Natura Bissé, con ninguna casa más, porque los principios activos que tienen, sus formulaciones, la investigación que llevan a cabo para que sus productos sean pioneros, etc. hacen que sea lo ideal para un centro como el nuestro. Y ojo, luego dan resultados, los resultados que yo busco para mis clientas, y eso es una satisfacción enorme para nosotras. Todo esto además te distingue y eso es importante» sentencia Ascen.

Otro de los pilares fundamentales del centro de estética Ascen Lisón es el equipo. Se busca honestidad, honradez, que se note que tu profesión te gusta y la llevas dentro. «Con Leticia, mi compañera desde hace muchos años, existe una complicidad y una manera de entender la profesión tan similar, que somos dos, pero el equipo es uno, porque ambas remamos en la misma dirección, cada una especializada en un ámbito, pero juntas en esta aventura al mismo tiempo» comenta nuestra protagonista.

El respeto y el cariño son su mejor arma porque la clienta, una vez que entra por la puerta, lo que necesita es estar cómoda, sentirse en casa, que para ella ese espacio sea hogar. Huyen de la superficialidad, les gusta más la normalidad, la rutina diaria, el ser auténticas y de verdad. Tampoco les interesa una venta agresiva, eso no va con ellas. La premisa es buscar una solución a un posible problema y tener claro que son un servicio, «si no tienes claro que eres un servicio esto no va a funcionar. Muchas veces hay que amoldarse a las clientas porque los horarios, con este tren de alta velocidad que llevamos por vida, no son fáciles. Hay que intentar adaptarse a sus horarios, a sus días, y tú tienes que estar ahí porque eres su persona de confianza para cuidar su piel y que se sienta guapa. Además, la gente lo agradece» concluye Ascen.

Para nuestra invitada todo el mundo tiene belleza, lo que ocurre es que hay quien la potencia cuidándose tanto por fuera como por dentro, y quien no. En este sentido con el hombre tenemos una asignatura pendiente. Muchas veces sigue viniendo de la mano de una mujer al centro de belleza, bien sea su pareja, su hija, etc. Aunque cada vez se cuidan más y son más conscientes de las necesidades de la piel, todavía queda mucho camino por recorrer. Este es otro estereotipo que tendríamos que ir desmontando, ese que dice que el hombre no se cuida o no se tiene por qué cuidar. Mimar la piel y sentirse bien en ella es una cuestión que debería de abarcar a todo el mundo, independientemente de su sexo y edad.

Porque la belleza no es algo banal, y la tendencia a cuidarse más desde el interior asimilando un concepto mucho más profundo del término que tiene que ver con la salud, ha llegado para quedarse.

Ahora solo necesitamos que profesionales como nuestra invitada de hoy, sigan desplegando su talento y vocación a manos llenas para regalar ese bienestar holístico que tanto nos gusta.

Gracias, Ascen Lisón.